ADRIANA CASTRO (n.1865)
Adriana ha cumplido 30 años el día de su triunfo en el Royal Albert Hall. Pocos días después fallece su padre, Enrique. En su lecho de muerte, el recolector de canouco le hace una terrible confesión que la sacude en lo más profundo y la lleva a tomar la descabellada decisión de viajar a Cuba en busca de sus orígenes. Aunque deja atrás las ropas de luto, aún lleva la pena en el corazón y en el rostro. Adriana no sabe lo que la espera en la isla caribeña, pero acomete este nuevo capítulo de su devenir con la misma entereza, valentía y determinación con la que ha ido conduciendo su vida desde la infausta noche del naufragio del HMS Serpent, 5 años antes. La nena de Camariñas se ha convertido en una espléndida mujer, pero la vida aún le deparará numerosas experiencias, no todas positivas.