Guglielmo Marconi (N. 1874)
El hombre que pasaría a la historia como el inventor de la radio, llega a Inglaterra en marzo de 1896 con sus aparatos en el equipaje, dispuesto a que se reconozca su “invento” en el país de su madre. Aconsejado por un primo ingeniero, bien conectado en las altas esferas londinenses, juega astutamente la baza de registrar una patente provisional en junio de ese mismo año, ganando por la mano a la Royal Navy y sus “imprácticas rigideces”, en palabras de lord Walrond. Frío, calculador y precoz en los negocios, el italiano se convierte en el antagonista de Henry Jackson, y en esa carrera silenciosa por la gloria de ser el descubridor del que será uno de los inventos más importantes del siglo XX, uno de los perjudicados será Fred Gould, que previene a Jackson de la importancia de patentar “el invento”, ante lo que el capitán no puede hacer nada por no tener autorización de la Royal Navy. Eso dejará un poso amargo y duradero en el alma de los dos hombres.